La gripe es una infección aguda del aparato respiratorio superior causada por el virus de la influenza, que se produce por medio de brotes y epidemias en todo el mundo, especialmente durante el invierno.
Debilita a las personas temporalmente, por tanto, se trata de una infección autolimitada, curándose espontáneamente, casi siempre, después de unos días, aproximadamente una semana.
En ciertos casos, la gripe puede ser más agresiva, causando complicaciones graves como: sinusitis, otitis, neumonía, bronquitis e inflamación de los músculos del corazón. Bebés, ancianos, mujeres embarazadas, personas con enfermedades cardíacas o pulmonares crónicas son mas vulnerables, por lo que presentan un mayor riesgo de complicaciones.
En éste artículo vamos a explicar los síntomas más comunes de la gripe y sus posibles complicaciones. Además, les ofrecemos las recomendaciones de nuestros especialistas de Unidad Médica.
Vamos a explicar los síntomas más comunes de la gripe. No todas las personas necesitan tener todos los síntomas que se mencionan para ser diagnosticadas de gripe. De hecho, la mayoría de no los tiene. Cuantos más, y más intensos sean los síntomas, mayor será la probabilidad de presentar un cuadro de influenza.
La causa de la gripe es el virus de la influenza. La transmisión se produce generalmente a través del aire por la emisión de gotitas de saliva que se forman al hablar, toser o estornudar por la persona enferma y que pueden alcanzar a otras personas.
La principal prevención para la gripe es la vacunación. El mejor momento para aplicarla es entre septiembre y octubre. Otros métodos preventivos son: el mantenimiento de una buena higiene incluyendo el lavado frecuente de las manos o utilizar soluciones antisépticas hidroalcohólicas y llevar un estilo de vida saludable. Los especialistas aconsejan seguir una dieta equilibrada y variada.
Existen tres tipos de virus gripales que afectan a seres humanos A, B y C. Los que más se presentan son el A y el B, ya que el C no se cree que provoque epidemias, sólo infecciones sin síntomas o manifestaciones poco trascendentes.
La mayoría de las veces la gripe no requiere asistencia médica, pero, si se presentan complicaciones es indispensable consultar al médico. Algunas de estas complicaciones son: fiebre elevada persistente, decaimiento intenso, dificultad para respirar, dolor en el pecho, piel de color azulado, mareos, confusión e hipotensión arterial.
La gripe, si se complica, puede producir una neumonía viral primaria con o sin sobreinfección bacteriana. Además de las anteriores complicaciones, otras, aunque muy poco frecuentes, son: miocarditis, pericarditis, encefalitis y síndrome de Guillain Barré.
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