La enfermedad de Alzhéimer se podría dividir en tres fases: Leve, Moderada y Grave.
Fase Leve del Alzheimer
La primera fase del Alzheimer generalmente es cuando los familiares comienzan a percibir un deterioro en el paciente a la hora de realizar sus actividades de la vida cotidiana. Que la memoria episódica comience a deteriorarse conlleva que el paciente comience a olvidar eventos recientes, incluso cuando han pasado escasos minutos de un hecho determinado. Por ejemplo, olvidarse lo que ha comido ese día o lo hablado en una conversación reciente.
También es típico de esta etapa que el paciente se desoriente con facilidad, o no recuerde cómo llegar de forma correcta a lugares que ha frecuentado con asiduidad (por ejemplo ir a una tienda, al banco, etc). Además, es frecuente que no recuerde de forma correcta la fecha en la que vive.
Por otro lado, en esta etapa también se percibe disminución de la concentración y fatiga generalizada. No es raro que presenten cambios de humor y síntomas depresivos, con apatía, pérdida de intereses y de iniciativa.
Por las tardes y noches, la persona se puede mostrar con cierta inquietud y ansiedad. El paciente sí que conserva el lenguaje, la compresión y mantiene una conversación con gestos, entonación y expresiones adecuadas.
Esta fase del Alzhéimer aparece en los primeros años de la enfermedad y suele durar aproximadamente 3 años.
Fase Moderada del Alzheimer
En esta segunda fase del Alzhéimer, todos los aspectos de la memoria empiezan a fallar de forma progresiva. Aparecen síntomas preocupantes o que llaman más la atención. Aquí, comienzan a surgir problemas en la emisión del lenguaje: al paciente le cuesta trabajo hablar, expresarse y darse a entender. En ocasiones dice unas palabras en lugar de otras.
El paciente presenta dificultades para llevar a cabo tareas aprendidas previamente, por ejemplo a la hora de vestirse, o al utilizar los cubiertos.
También vemos iniciarse un proceso de agnosia en el que el paciente pierde la capacidad para poder reconocer a las personas con las que convive, sobre todo a personas con relación menos frecuente. Todavía conserva la orientación personal propia (sabe su propio nombre, edad, lugar de nacimiento).
Por otra parte, se vuelve descuidado en su higiene personal; se le nota sucio, no quiere bañarse y se enfada cuando se le insiste.
Pueden aparecer síntomas psicóticos, como por ejemplo imaginar que ha visto a gente que no existe o escuchar ruidos que nadie oye. No es raro que en esta fase el paciente pregunte por personas cercanas ya fallecidas. Puede realizar actos repetitivos de tipo obsesivo (por ejemplo, ordenando ropa o papeles varias veces al día).
Por lo tanto, la dependencia con respecto a un cuidador es cada vez mayor. Pierde las aficiones que tenía. En general no es capaz de realizar cuentas numéricas o manejar el dinero.
Fase Grave del Alzheimer
La tercera fase del Alzhéimer y última aparece generalmente cuando el paciente lleva unos 8-12 años con la enfermedad. Aquí, ya se presenta una marcada afectación de todas las facultades intelectuales.
El paciente no reconoce a sus familiares, e incluso puede no reconocer su propio rostro en el espejo. Los síntomas cerebrales se agravan, presentándose rigidez muscular con dificultad para cambio posturales. Pueden aparecer otros síntomas como temblores o crisis epilépticas.
El paciente se muestra muy apático y pierde por completo la capacidad de realizar de forma autónoma las actividades básicas de la vida cotidiana como lavarse, vestirse, andar o comer solos.
Al final los pacientes suelen presentar incontinencia urinaria y fecal. En la mayoría de los casos los pacientes terminan encamados, con alimentación asistida.
Suelen fallecer debido a complicaciones infecciosas, generalmente del aparato respiratorio.
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Dra. María Ruggiero García, Especialista en Neurología.